Debido a los diferentes puntos de ebullición, los componentes individuales se evaporan a diferentes temperaturas y las fases de vapor individuales pueden condensarse de nuevo por separado.
La tecnología de medición LiquiSonic® se utiliza para controlar la concentración de la mezcla inicial y el flujo de condensado. La determinación de la concentración con precisión permite controlar el intercambiador de calor de forma óptima, reduciendo el tiempo de parada y ahorrando así energía.